La lección de los dos cerditos - Cuento Corto Infantil


Mendoza, A.A. Veces visto
Literatura Creativa:

Había una vez una familia de cerditos que tuvo dos pequeños hijos. Desde su infancia, ambos crecieron rodeados de amor, dedicación y alegría. Sus padres les brindaron todo por igual: no había favoritismos, ambos recibieron el mismo cariño y atención.

Sin embargo, a pesar de compartir la misma crianza, cada cerdito desarrolló una personalidad distinta. Uno de ellos aprendió a compartir y se llenó de generosidad hacia los demás, mientras que el otro tenía dificultades para dar algo propio. Poco a poco, el segundo cerdito fue adoptando una actitud egoísta, priorizando sus propias necesidades por encima de las de otros.

Este cerdito egoísta, aunque no sentía envidia por nadie, comenzó a obsesionarse con sobresalir. Se dedicó a acumular objetos y tesoros, y disfrutaba mostrando sus posesiones a los demás. Con el tiempo, construyó enormes bodegas repletas de riquezas, y aunque lo tenía casi todo, no podía evitar burlarse de aquellos que tenían menos. Incluso, si alguien poseía algo que él deseaba, hacía todo lo posible para obtenerlo, y si no lo conseguía, recurría al robo.

A pesar de su aparente éxito, cada noche, mientras se encontraba en una de sus bodegas, una sensación de tristeza y soledad lo invadía. Para evitar este vacío, buscaba constantemente a quién presumirle sus pertenencias o nuevas metas que alcanzar, pero nada llenaba su interior.

Un día, desesperado, visitó a su hermano, el cerdito generoso, y entre lágrimas le confesó lo mal que se sentía. Su hermano, con sabiduría y cariño, le respondió: —Hay algo que no has logrado tener, algo que no se compra ni se roba. Lo que te falta son amigos, y para obtenerlos necesitas aprender a amarte y respetarte. Debes dar y compartir, no esperando recibir algo a cambio, sino haciéndolo desde el corazón.

El cerdito egoísta entendió que sus riquezas no podían llenar el vacío de su alma, y desde aquel día comenzó a transformar su vida. Aprendió que la verdadera riqueza radica en las relaciones humanas y en el acto desinteresado de dar.

Moraleja

La verdadera riqueza no se mide por lo que acumulas, sino por lo que compartes con los demás. El amor, la generosidad y las relaciones sinceras son los verdaderos tesoros que llenan el corazón y dan sentido a la vida.

Referencias

Mendoza, A.A. (2025, marzo 30). Un cerdito en una bodega llena de tesoros, con una expresión de tristeza y soledad [Imagen digital editada]. Imagen original generada con Copilot (Microsoft Designer)

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